En el panorama competitivo de la infraestructura de telecomunicaciones y transmisión de energía, el diseño de ingeniería inicial de una torre de acero angular A menudo se elogia por su elegancia estructural y eficiencia de carga. Sin embargo, el verdadero factor determinante de la rentabilidad y el éxito del proyecto no reside solo en lo que se diseña, sino también en cómo se construye. Un diseño que parece perfecto en teoría puede conllevar costos ocultos prohibitivos en fabricación, logística y ensamblaje en campo. Aquí es donde el Diseño para la Fabricación e Instalación (DFMI), una filosofía de ingeniería proactiva y holística, se convierte en la herramienta clave para reducir el costo total del proyecto y mitigar el riesgo.
DFMI va más allá del mero cálculo estructural para integrar las limitaciones y oportunidades de toda la cadena de suministro: fabricación en taller, transporte y montaje en campo. Su principio fundamental es simple: optimizar el diseño durante todo el ciclo de vida, desde el taller hasta la puesta en marcha, eliminando así desperdicios, reduciendo la complejidad y acelerando la implementación.
Antes de aplicar DFMI, es fundamental identificar dónde suelen esconderse los costos y las demoras:
Complejidad de fabricación: Los números de piezas únicos excesivos, los detalles de conexión no estándar y los requisitos de soldadura complejos aumentan las horas de trabajo del taller, incrementan la manipulación de materiales y elevan el riesgo de error.
Ineficiencia logística: Los componentes diseñados sin tener en cuenta las dimensiones estándar de los camiones, los límites de peso o los tamaños de los contenedores dan lugar a costosos envíos de gran tamaño, esquemas de sujeción complejos y viajes múltiples.
Cuellos de botella en la instalación: Los diseños que son difíciles de secuenciar, alinear o atornillar en el lugar, especialmente en condiciones climáticas adversas o en ubicaciones remotas, dan como resultado alquileres de grúas prolongados, mayores costos de mano de obra y retrasos significativos en el cronograma.
DFMI ataca sistemáticamente estas áreas a través de tres pilares: Estandarización, modularización y detalle centrado en la instalación.
El objetivo es reducir la variación y simplificar la lista de materiales (BOM).
Nodos de conexión estandarizados: En lugar de personalizar cada unión atornillada, DFMI emplea una biblioteca de tipos de conexión prediseñados y precalculados (p. ej., detalles de cartelas estándar para rangos de fuerza específicos). Esto permite:
Producción en lotes de componentes idénticos.
Uso de plantillas y accesorios para un montaje más rápido y preciso.
Reducción del tiempo de ingeniería y dibujo de elementos repetitivos.
Proliferación de piezas minimizada: Al racionalizar las longitudes y secciones transversales de los elementos, se puede reducir drásticamente el número de códigos de pieza únicos. Esto simplifica las compras, la gestión de inventario y el control de calidad en la fábrica.
Diseño para procesos automatizados: Los detalles están diseñados para un punzonado/perforado CNC eficiente y un galvanizado por inmersión en caliente. Esto incluye garantizar una separación adecuada entre los orificios para el drenaje del galvanizado, evitar bolsas de aire atrapadas y facilitar la inmersión y la manipulación.
Aquí el diseño está regido por el corredor logístico desde la fábrica hasta el sitio.
Geometría del transporte: Las dimensiones y el peso máximos de cualquier módulo de envío están determinados por las especificaciones estándar de los remolques de plataforma o contenedores. DFMI divide la torre en los módulos más grandes posibles que cumplen con estos límites, minimizando así el número de envíos y elevaciones de grúa.
Submódulos preensamblados: Siempre que es posible, los componentes más pequeños se unen permanentemente en el entorno controlado de la fábrica para formar submódulos rígidos más grandes (por ejemplo, paneles de refuerzo completos, secciones de patas con escaleras preinstaladas). Esto traslada la mano de obra del exigente entorno de campo al eficiente taller, reduciendo drásticamente el tiempo de montaje in situ.
Puntos de elevación y aparejo integrados: Las orejetas de elevación o puntos de agarre se diseñan en módulos principales. Su ubicación se calcula para garantizar elevaciones equilibradas y estables, y se fabrican como parte integral del componente, eliminando la necesidad de eslingas instaladas en campo, que son inseguras y consumen mucho tiempo.
El diseño permite activamente un montaje en campo rápido, seguro y a prueba de errores.
Uniones atornilladas sobre soldadura: Aunque no siempre es posible, priorizar las conexiones atornilladas para empalmes de campo importantes es fundamental en DFMI. Esto requiere precisión en la alineación de los orificios, lograda mediante el marcado de coincidencias y el uso de plantillas de perforación durante la fabricación. Elimina la necesidad de soldadores de campo altamente cualificados, costosos equipos de soldadura y largos ensayos no destructivos (END) in situ.
Características de autoguía y autosuficiencia: Los componentes están detallados para que encajen correctamente de una sola manera. Esto puede incluir espigas cónicas para la alineación de las patas, patrones de pernos únicos para evitar un montaje incorrecto y puntos de conexión temporales para el refuerzo torsional durante la secuencia de montaje.
Claridad de la erección secuencial: El proceso DFMI genera planos claros de la secuencia de montaje que guían al equipo de montaje. El propio diseño facilita esta secuencia, garantizando la estabilidad en cada etapa intermedia sin requerir soportes temporales excesivos.
La implementación de un enfoque DFMI riguroso produce beneficios mensurables a lo largo del ciclo de vida del proyecto:
Costo de fabricación reducido: Menos horas de trabajo, menos desperdicio de material y mayor rendimiento del taller.
Logística predecible: Menos envíos, menores costos de flete y documentación aduanera simplificada para proyectos internacionales.
Instalación acelerada: El trabajo en el sitio se puede reducir entre un 30 y un 50%, minimizando la exposición a la intemperie y los costos de alquiler de equipo pesado.
Mayor calidad y seguridad: La producción controlada en fábrica garantiza una calidad superior y más consistente. Las secuencias de instalación ergonómicas y seguras reducen los riesgos en obra.
Menor costo total de propiedad (TCO): Si bien DFMI puede requerir una inversión inicial de ingeniería ligeramente mayor, los ahorros en fabricación, logística e instalación se traducen en un retorno de la inversión (ROI) del proyecto abrumadoramente superior.
Para proyectos de torres angulares de acero, DFMI no es un lujo, sino una necesidad para mantenerse competitivo y rentable. Representa un cambio de mentalidad: del ingeniero como mero analista al ingeniero como integrador de toda la cadena de valor. Al diseñar teniendo en cuenta el taller del fabricante, la ruta del camionero y la llave inglesa del equipo de montaje, vamos más allá de la creación de estructuras simplemente adecuadas para entregar activos optimizados donde la eficiencia, el costo y la confiabilidad se diseñan desde el primer boceto. En una industria con márgenes ajustados y plazos más ajustados, DFMI es la estrategia definitiva para reducir los costos ocultos que el diseño tradicional deja pasar.
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